lunes, febrero 08, 2016

Venados de Mazatlán, dignos reyes del béisbol caribeño



O La defensa hizo agua y provocó el  naufragio de los Tigres de Aragua

O Cuba, con mucho talento, sigue tropezando con la misma piedra
 
O Tristeza en Quisqueya por la decepcionante actuación de su favorito equipo

Las Tunas, Cuba.- Venados de Mazatlán, representante de la Liga del Pacífico en México, selló de la mejor manera su brillante paso invicto por el estadio Juan Marichal (Quisqueya), cuando venció 5 X 4 a los Tigres de Aragua, de Venezuela, en trepidante partido final, decidido en el cierre de la novena entrada por jonronazo de Jorge “Chato” Vázquez.
La enorme conexión del bateador designado azteca hizo caer las cortinas de una Serie del Caribe en la cual México y Venezuela llevaron la voz cantante desde el arranque mismo, con un Puerto Rico representado por los Cangrejeros de Santurce, que se fueron por encima de los pronósticos, cuando una mayoría coincidía en señalar de favoritos a los planteles de Dominicana y Cuba.
El injusto sistema del torneo, aunque parejo para todos los participantes, esta vez no impidió que el título fuera disputado por los equipos de mejor desempeño, sin olvidar que Ciego de Ávila estuvo a punto de repetir la historia de sus hermanos de Pinar del Río que, en la anterior edición con solo una victoria en la fase clasificatoria, se llevaron el cetro en San Juan, Puerto Rico.
La victoria de los Venados de Mazatlán fue absoluta, aplastante, su rendimiento integral superó con creces a los cuatro rivales de turno. Buena defensa, oportuna ofensiva apoyada sobre todo en la velocidad del corrido en las bases y un pitcheo manejado a la perfección por el mentor Juan José Pacho, no podían más que llenar de alegría a los fanáticos mexicanos que viajaron a Quisqueya y a todo el pueblo de Benito Juárez. ¡Merecida fiesta, cuates!
Es preciso, sin embargo, reconocer la gran actuación de los Tigres de Aragua, quienes solo perdieron con los Venados. El campeón de Venezuela estuvo a punto de “llevarse el gato al agua”, pero su punto débil en toda la lid, la defensa, falló en la persona del magnífico inicialista cubano, Félix Pérez en un momento clave del juego final, tras lo cual sobrevinieron las dos carreras que igualaron la pizarra a cuatro.
No fue esta Serie del Caribe un evento ofensivo y, además, uno de los peores de los últimos años en el importante aspecto de la defensa. Lo salvó, desde mi punto de vista, la magnífica actuación de los lanzadores, en sentido general y, sobre todo, el trabajo de los relevistas, aspecto en el cual pondero a los de México, Venezuela y Puerto Rico.
Y sobre el chasco del campeón dominicano, el representante de la sede, debe considerarse como una verdadera tragedia en Quisqueya. Los Leones del Escogido no se dieron favoritos por casualidad, armaron un magnífico equipo y sería injusto no reconocer que protagonizó partidos espectaculares, tres de los cuales perdió en extra innings.
¿Qué pasó? Desde mi punto de vista los anfitriones subestimaron a sus rivales, pecaron de exceso de confianza y, en definitiva, sus principales figuras no rindieron lo que se esperaba, además de que, por esas veleidades del béisbol, las cosas no le salieron bien al colectivo de dirección. Con toda sinceridad, nunca hubiera imaginado tal desastre.
En cuanto a Cuba, una vez más la falta de tope, de confrontación con el béisbol profesional que se juega en el Caribe, “volvió a sorprender” a los talentosos jugadores de nuestra Serie Nacional. Nótese que, desde su reingreso a este evento en Isla Margarita-2014, durante los tres primeros compromisos el comportamiento fue desastroso y cómo, después, la mejoría se tornó notable, especialmente en San Juan-2015, donde el Vegueros de Pinar del Río se proclamó campeón.
Ahora, vuelvo a preguntarme, ¿hasta cuándo la Dirección del Béisbol en Cuba va a seguir tropezando con la misma piedra? Son muchos los problemas que atentan contra la demostración palpable de que, como siempre ha sucedido en casi siglo y medio, en este verde caimán los peloteros se dan silvestres, surgen de manera natural, son como diamantes en bruto que solo necesitan de los orfebres capaces de pulirlos, de hacerlos brillar.
En las observaciones realizadas durante más de medio siglo de contacto directo con nuestro béisbol, he sacado varias conclusiones acerca de las causas fundamentales, objetivas y subjetivas que, en la práctica, provocan un estancamiento, un freno al desarrollo.
Creo en la calidad del béisbol cubano, en el extraordinario talento que desde el comienzo de su práctica después de la década del 60 del siglo 19, desbordan cientos de miles de jugadores que lo convirtieron en el Deporte Nacional. En un próximo artículo abundaré en este sentido.
Por lo demás, me parece más que necesario transmitir una sincera felicitación a la Liga del Pacífico, a  los muchos torneos que se organizan en México durante todo el año, al hermano pueblo azteca que apoya, de corazón, al pasatiempo que allá, con toda justeza, reconocen como el Rey de los Deportes.

domingo, enero 24, 2016

Fortalecido campeón cubano para serie del Caribe de Béisbol



O Sin cambios la tabla de posiciones en temporada nacional

Las Tunas, Cuba.- La Dirección Nacional de Béisbol anunció, en conferencia de prensa, la nómina fortalecida del equipo Tigres de Ciego de Ávila, representante de la Liga Invernal Cubana en la edición 2016 de la Serie del Caribe, prevista para comenzar el primero de febrero en el estadio Quisqueya de la capital dominicana.
La selección cubana, que comanda la actual temporada en la que es favorita para retener la corona, escogió, en coordinación con la Comisión Técnica nacional, a 16 jugadores, sobre todo lanzadores, con el objetivo de buscar la victoria en Santo Domingo e imitar a Vegueros de Pinar del Río, ganador de la contienda de 2015 en San Juan, Puerto Rico.
El mentor de los Tigres, Róger Machado, mantuvo en la base de su equipo a 12 hombres, el receptor Osvaldo Vázquez, los jugadores de cuadro Ariel Borrero, Yorelvis Charles, Raúl González, Yeniet Pérez y Yorbis Borroto, los jardineros José A. García y Yoelvis Fis y los lanzadores Vladimir García, Yunier Cano, Dachel Duquesne y Yánder Guevara.
Para completar la nómina de 28 atletas fueron seleccionados los receptores Yosvani Alarcón y Frank Camilo Morejón, los jugadores de cuadro Yulieski Gurriel, Yurisbel Gracial y Yordan Manduley, los jardineros Alfredo Despaigne, Lourdes Gurriel (hijo), Stáyler Hernández y Guillermo Avilés, y los serpentineros Liván Moinello, Yaifredo Domínguez, Vladimir Baños, Yoani Yera, Wílber Pérez, Miguel Lahera y José Ángel García.
En mi opinión, el Ciego de Ávila reforzado es uno de los equipos más completos que se hayan confeccionado en los últimos años en el béisbol cubano. No veo fisuras en los tres principales renglones del juego y en el caso de su cuerpo de tiradores aglutina, con  la única ausencia de Freddy Asiel Álvarez, a los mejores derechos y zurdos de la actualidad.
Disponen los Tigres de una respetable ofensiva, con hombres de probada capacidad como Alfredo Despaigne, Yulieski Gurriel, Ariel Borrero, Yosvani Alarcón y José Adolis García, además de una defensa de lujo.
Ahora, la  edición 55 de la Serie Nacional de Béisbol hace una parada y los campeones realizarán una corta preparación en su estadio José Ramón Cepero para ajustar la maquinaria  antes de viajar a Santo Domingo, donde debutarán en el clásico del Caribe frente al monarca de México, el 2 de febrero.
En cuanto a la temporada cubana en curso, tras los últimos resultados en jornadas afectadas por las constantes lluvias invernales, Ciego de Ávila sigue en la punta por su victoria en el único choque que pudieron efectuar en su visita a la Isla de la Juventud.
En las otras decisiones, Pinar del Río, de anfitrión, superó dos veces al desalmidonado Holguín y lo mismo consiguieron Industriales, en casa, y Las Tunas, de huésped, sobre Granma y Matanzas, este último afectado notoriamente, al ser frenado por los Leñadores después de seis triunfos al hilo.
Las cuatro plazas para la postemporada parecen aseguradas para Ciego de Ávila, Pinar del Río, Industriales y Matanzas y a partir de ahí, lo más significativo es que Las Tunas acusa un repunte y desplazó a Granma de la sexta posición.


martes, enero 12, 2016

Hasta siempre, querido maestro Ernesto Vera Méndez



Todavía no atino a recuperarme de tan duro golpe sentimental. Pasaron más de 72 horas y sigo consternado con la noticia: Falleció Ernesto Vera Méndez, maestro de periodistas, ejemplo de revolucionario consecuente, de fidelidad absoluta a sus principios, paradigma de ser humano.
Sabía que la muerte, ese acto tan natural que termina con todos los seres vivos, acechaba en contubernio con su avanzada edad y la más diabólica de las enfermedades, pero tenía la esperanza de que un hombre de las condiciones de Vera, siguiera alentándonos con su presencia física unos años más. Es por eso que la tristeza me embarga.
El Presidente de Honor de la Unión de Periodistas de Cuba ha sido un revolucionario consecuente desde que era prácticamente un adolescente y desde que abrazó el oficio de periodista, lo convirtió en arma de combate en la lucha centenaria por la independencia de Cuba, fiel a la prédica martiana de esencia antimperialista.
Lo conocí en el año 1966, cuando trabajaba en la preparación de lo que sería el II Congreso de la UPEC y yo era solo un  corresponsal obrero voluntario en la entonces región Tunas-Puerto Padre, de la provincia de Oriente. Desde aquel día supe que era un revolucionario cabal, lo que ratifiqué dos o tres meses después, al conocer su elección para Secretario General de la UPEC.
Ya como periodista profesional, a partir de enero de 1967 y como miembro del Ejecutivo Regional de la UPEC, mis relaciones con Vera se estrecharon, hasta rebasar los marcos institucionales y convertirse en una profunda y sincera amistad, basada en los objetivos comunes de nuestras vidas.
Durante casi medio siglo, Ernesto Vera fue un ejemplo de dedicación, de entrega absoluta  a la tarea de que el periodismo cubano fuera un bastión en la lucha ideológica, en la información, educación y la reafirmación de la conciencia revolucionaria del pueblo, con la verdad como premisa frente a las mentiras del enemigo sobre la realidad de nuestra Patria.
Trabajó incansablemente a favor de sus colegas periodistas, los defendió de las tendencias negativas impulsadas por quienes, en su momento, quisieron encubrir errores y los criticó cuando fueron superficiales en los análisis sobre temas cotidianos de una sociedad bloqueada, asediada por acciones terroristas, pero digna, valiente, capaz de defender con uñas y dientes la justicia conquistada.
Por las incansables gestiones de Vera, los periodistas cubanos elevaron su nivel profesional, se crearon las Facultades de Periodismo y la mayoría pudo alcanzar títulos universitarios, maestrías y doctorados. En su mandato de dos décadas se fortalecieron los lazos con las asociaciones de periodistas de los países socialistas, con la Organización Internacional (OIP) y con la Federación Latinoamericana (FELAP)
La fructífera labor de Ernesto Vera consolidó el prestigio del periodismo cubano, sirvió de ejemplo a dos generaciones de profesionales de la prensa de este país y a una hornada actual que, con ideas renovadoras y en concordancia con las realidades de su época, sigue manteniendo en alto las banderas de la fidelidad más absoluta a la sociedad que la educó en los principios de libertad, independencia y justicia.
Por eso Ernesto Vera deja un vacío grande. Es la pérdida de un guía, de un maestro, del padre que fuera para los periodistas cubanos. Sin embargo, me aferro a la concepción martiana de que la muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida. ¡Hasta siempre, hermano querido!